Faro, Portugal

Visita Faro en Portugal, no te arrepentirás

Faro es la capital y la ciudad mas poblada del Algarve. Eso se nota, principalmente, en la mayor cantidad de edificios administrativos y una menor importancia del sector turístico en la ciudad, comparado con otras ciudades de la zona.

Es la sede principal de la Universidad del Algarve y el nudo principal de comunicaciones de la región, el que une las ciudades del este y el oeste de la región y donde conectan prácticamente todas las líneas de autobuses y trenes del Algarve.

Es, también, la ciudad más cercana al aeropuerto internacional, por lo que supone la puerta de entrada a la región de la mayor parte de turistas (si bien es verdad que los que acuden a los complejos hoteleros de la zona de Albufeira suelen ir directamente y no suelen ni atravesarla). La verdad es que, en una región turística como el Algarve, el hecho de encontrarse con una ciudad volcada hacia si misma y no hacia el turismo es una variante casi curiosa, pero necesaria.

La vida en Faro va, en muchas ocasiones, al contrario que en otras ciudades de la región -con las escasas excepciones de Loulé o Portimao-. Es decir, el verano es la temporada baja, en la que los estudiantes de la Universidad han abandonado la ciudad y las calles comerciales han reducido su número de visitantes. Los turistas la visitan ocasionalmente, pero solo aquellos que tienen ciertas inquietudes culturales o geográficas, ya que no es una ciudad para los visitantes que buscan sol y playa.

Faro destaca, principalmente, por cuatro cosas: la marina, la zona comercial que rodea el norte de la ciudad antigua, la ciudad antigua y -ya en las afueras- el extremo occidental del parque natural de la Ría Formosa. Faro, en su casco urbano, no dispone de playas; si bien es verdad que en las afueras hay una zona a la que se denomina Playa de Faro, a la que se llega en ferry o autobús. Sin embargo, la ciudad esta limitada al sur por el agua de las lagunas, salinas y canales del parque natural de la Ría Formosa. Esto le da buenas vistas de las islas e islotes cercanas e, incluso, vistas cercanas de aves poco habituales como los flamencos, pero no la hace adecuada para los bañistas.